Ayer leía en un periódico de la Comunidad Valenciana, como el socio director de la Comunidad Valenciana de Deloitte, daba a conocer las claves del éxito para implantar un programa de reducción de costes.
Es curioso como Jesús Tejel, pone ejemplos relacionados con paradigmas de empresas como IKEA, de la que he hablado bastantes veces en este blog, me parece un poco fríbolo el que a estas alturas se ejerza cualquier tipo de crítica a un modelo de negocio perfectamente consolidado como el de IKEA, no podemos decir que los suecos no sepan reducir costes, evidentemente sería una equivocación.
El modelo de IKEA ha sido probado y ha obtenido unos éxitos evidentes, IKEA reduce costes a varios niveles, primero en publicidad, la cadena sueca consigue que en cada una de sus tiendas cada posible cliente vea un 80% de sus productos con el simple hecho de entrar, consigue que sus catálogos se agoten en la gran mayoría de kioskos, sus costes de personal son menores ya que los empleados no venden , asesoran, sus stocks se encuentran almacenados mediante técnicas que permiten aprovechar hasta el mínimo espacio, utilizan Internet como medio de comunicación principal,...
Es muy fácil criticar un modelo y dar asesoramiento sobre las claves para implantar un modelo de reducción de costes, ¿pero estas claves son reales? Jesús en su exposición comentó la realización de un enfoque estratégico, es obvio, ¿es posible? el entramado empresarial español esta formado en su mayoría por Pequeñas Y Medianas Empresas, por lo que la implantación de una estrategia no es sencilla y menos cuestionarse todos los eslabones de la cadena de valor, ya que muchas funciones se encuentran agrupadas.
Por otro lado Jesús Tejel hablo de respetar 5 máximas:
Aprovechar economías de escala.
Mejorar la productividad.
Revisar las estrategias de externalización.
Reducir la complejidad.
Capital intelectual.
Desconozco si Jesús Tejel aplica estos 5 mandamientos en su empresa, pero considero que debe ser casi imposible. Las economías de escala se intentan utilizar al máximo por cualquier empresario, el problema es que el nivel de rentabilidad de las economías de escala incrementa con el volumen, es decir con el incremento de los costes, por lo que una reducción de los costes irá asociada al incremento del coste por lo que no es un buen ejemplo y lo mismo sucede con la mejora de la productividad.
En el caso de las estrategias de externalización, si que puede ser considerado una reducción de costes, el tener en nómina a personal que realice funciones de limpieza, mantenimiento,... puede suponer elevados costes, por lo que estos servicios pueden ser sustituidos por empresas.
Reducir la complejidad de la empresa depende del tamaño en una PYME es sencillo incluso puede resultar exitoso, pero cuando la empresa es mayor, la comunicación es compleja y ya no sirven sistemas de coordinación muy horizontales.
Y la quinta clave el capital intelectual, las personas, aquellas que te van a permitir llegar a donde se haya decidido en un plan estratégico que como tal mínimo es de 5 años, ese plan que se suele actualizar, reconducir en base a las desviaciones detectadas, lo complicado es la medición de estas que conllevan grandes inversiones que en un futuro reflejaran sus ventajas.
Básicamente la idea principal del ahorro de costes, es un mayor coste en el presente que implique reducciones de costes en el futuro.
Un saludo, Phoenix.
1 comment:
Deloitte está en las nubes, y por eso su poca implantación dentro de su rama de consultoría en Valencia. Necesita adaptarse a las necesidades del tejido empresarial Valenciano, las necesidades de la Pyme.
También es cierto que el modelo de Ikea es realmente exitoso pero, eso sí, en Ikea. Fuera de Ikea, ese juego de calidades no suele traer buenos resultados, de ahí las críticas que recibe dicho modelo. Para mí, como tantos otros, es un modelo de estudio para enseñar en la facultad, pero alejado de la realidad empresarial que vivimos y del que poco podemos extraer.
Excelnte Post
Post a Comment